Por años la burocracia del Estado dominicano ha representado en nuestro país, un problema de grandes implicaciones, como elevados costos sociales, servicios públicos ineficientes, bajos niveles de productividad y competitividad, como también la falta de credibilidad de la Administración Pública. Para la ciudadanía la burocracia se traduce en largas filas, regulaciones complejas, requisitos redundantes, tiempos prolongados de respuesta de parte del Estado e ineficiencia en los trámites y procesos.