Por María de Lourdes Núñez. Coordinadora Sectorial del Consejo Nacional de Competitividad
La logística es una actividad transversal que aborda los procesos de planificación, implementación y control de las cadenas de suministros, asegurando un flujo eficiente de bienes, servicios e informaciones, que van desde los proveedores de materias primas hasta los consumidores finales. Dentro de este sector se encuentran las actividades de transportación; almacenamiento; distribución; verificación de condiciones de tiempo, cantidad y calidad; y facilitación del comercio.
A nivel nacional, el desarrollo de estos servicios al público ha ido creciendo en la medida en que los flujos comerciales han aumentado, logrando atraer importantes cadenas de valor y apoyar a las industrias en su proceso de fortalecimiento. Así vemos como el Decreto no. 462-15 crea una modalidad de régimen suspensivo para los Centros Logísticos y la figura del operador logístico, definiéndola como aquella empresa que maneja los inventarios y ejecuta servicios de valor agregado. Entre los servicios que menciona se encuentran: carga y descarga, acomodo, almacenaje, alistado, despacho, etiquetado, reempaque, limpieza, consolidación y fraccionamiento, los cuales son procesos mínimos que no alteran la naturaleza de la mercancía.
Actualmente, el país cuenta con 30 empresas operadoras logísticas, 5 centros logísticos, y ha movido más de US$1,614 millones en estas operaciones (DGA, 2023). A esto se le suma que contamos con 16 puertos comerciales, 5 terminales turísticas, 3 fondeaderos y 4 marinas deportivas estatales, que se enlazan con un sector aéreo que, según el Instituto Dominicano de Aviación Civil, conecta a República Dominicana con 153 países a través de 8 aeropuertos internacionales.
Además, el país posee una infraestructura vial de calidad y un nivel de cumplimiento del Acuerdo de Facilitación del Comercio de la Organización Mundial del Comercio de un 93%. Esto nos coloca en tercer lugar en conectividad en la región de América Latina y en primer lugar en la de Centroamérica y el Caribe. También, nos ubicamos en el top 5 de los países con puertos más eficientes de la región (ESCALA & CNFC, 2023). Es por lo anterior que se puede decir que estamos cerca de alcanzar la meta de ser el hub logístico regional, tal como lo establece la Estrategia Nacional de Desarrollo (END). Lograr esta meta implicaría aumentar nuestra capacidad para generar empleos e ingresos en dólares, además de incidir favorablemente en los costos de los fletes y en la captación de rutas y frecuencias que faciliten nuestras exportaciones. Implicaría, asimismo, mejorar el encadenamiento de la industria local con los regímenes especiales lo cual, a su vez, reduciría los costos operacionales de la industria. Lo anterior dado que la disminución del 10% en los precios del transporte puede aumentar las exportaciones en un 30% y reducir en un 6% el retraso en el envío de perecederos y en un 1% los que no lo son (ESCALA & CNFC, 2023).
Como vemos, contamos con la ubicación geográfica, conectividad, agilidad en el manejo de las operaciones, calidad de infraestructura y buen clima de negocios para la inversión que se conjugan con la fortaleza dada por nuestra industria manufacturera para ser el destino por excelencia de la inversión y las operaciones logísticas en el área. Resta que todos hagamos causa común, entendiendo que cada uno de los sectores tiene un rol que desempeñar, y salgamos a vendernos como el hub logístico del Caribe que somos.